Acerca de mí
Cómo empecé a hacer jabones
Hace ya algún tiempo hice un taller de jabones en el aula medioambiental de Collado Villalba, donde vivo. Allí aprendí a hacer el jabón de toda la vida, el que hacían nuestras abuelas (el llamado jabón de Castilla).
Desde entonces, guardaba el aceite usado de la cocina y lo reservaba para transformarlo en jabón. Incluso mis familiares y amigas me guardaban el que recogían.
Un tiempo después realicé un taller de jabones cosméticos en la jabonería de Suval, con Susana Valbuena, y este mundo se convirtió en una de mis pasiones.
Hacía jabones y experimentaba con nuevas recetas, que regalaba a mis amigas y familiares, para que los probaran. Tras esa fase de experimentación y observación, llegaron a mis oídos casos de dermatitis que se curaban sólo con utilizar mis jabones, y empezaron a lloverme los pedidos.
Ahora estoy un poco desbordada con tanta demanda, pero me encanta ayudar a la gente y disfruto muchísimo haciendo mis jabones, a sabiendas de que es un producto natural y beneficioso para todos.
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